viernes, 7 de mayo de 2010

De las Comunidades Sociales a las ¿Comunidades? Virtuales

Claudia Benassini escribe este artículo, aquí se encuentra un resumen, el completo lo hayas en Revista Razón y Palabra (En Línea):
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n10/claudia.htm

Introducción

Se acrecientan los rumores en el sentido de que aproximadamente un 70% de lo que circula a través de Internet es basura.
Una de las implicaciones socioculturales más importante es la formación de las llamadas comunidades virtuales -o comunidades de discusión, como las llama Raúl Trejo- una nueva modalidad de organización que pone en contacto a un número ilimitado de usuarios interesados en temáticas, de preferencia lo más precisas posible. De esta caracterización se desprende un número de posibilidades cuyo límite está dado por la imaginación, la necesidad y los intereses.

1.- De la comunidad a la sociedad
A partir de la segunda mitad del siglo XIX el término comunidad hizo su aparición en la teoría sociológica.
Las discusiones sobre el advenimiento de la sociedad de masas se acompañaron de cierta nostalgia por los tiempos idos y de cierta preocupación por lo que vendría más adelante. Después de todo, la idea de comunidad remitía a una forma de organización en la que subsisten los nexos de pertenencia. Por lo tanto, sus miembros comparten un código de valores que es común a sus miembros, quienes se conocen entre sí y se apoyan en los problemas que enfrentan individual o grupalmente. Pero sobre todo, persisten la comunicación y el propósito implícito de reproducir un proyecto grupal.

2.- De la comunidad social a la comunidad de interés
Hasta aquí los antecedentes sobre la sociedad de masas y su papel en la conformación de los medios masivos de comunicación. Como puede observarse, al menos en apariencia el término comunidad estuvo relegado de la teoría sociológica, quizá porque su caracterización se adaptaba a una forma de organización que la misma teoría relegó.
La posibilidad de agrupar a las comunidades en función de intereses comunes alude irremediablemente a los medios de comunicación. Los primeros lectores, radioescuchas y televidentes se localizaban en regiones geográficas específicas, en buena medida determinadas por las posibilidades tecnológicas de circulación del mensaje. No obstante, en la medida en que la cobertura fue cada vez mayor gracias a los avances en cada medio, sus contenidos cobraron popularidad creciente, a la vez que sus seguidores se fueron extendiendo en los mapas, aunque todavía capturados por las fronteras nacionales. El fenómeno fue más visible en los medios electrónicos que cada día captaban mayores públicos que mostraban un interés creciente por lo que escuchaban y veían: música, concursos, melodramas etc.
La proliferación de este fenómeno también dio pie a una nueva forma de organización, que coincidía en intereses puntuales y dejaba de lado otras características de sus integrantes. Las admiradoras de quienes se dieron a conocer a través de la voz de la América Latina desde México gradualmente se unieron en torno a sus ídolos y sus interpretaciones.

3.- De las comunidades de interés a las comunidades virtuales
Los años recientes han sido testigos del paso de la sociedad de masas a la sociedad digital. En este contexto la comunicación puede hacerse casi a pedido; los sistemas de medios ponen lo mejor de sí mismos para ofrecer a los usuarios potenciales los mejores servicios, acordes con sus necesidades particulares. En el otro extremo, los medios de comunicación tradicionales continúan con su proceso de expansión que pretende -entre otros objetivos- eliminar las fronteras geográficas. En suma, vivimos en una época en que, como afirma Negroponte, los medios de comunicación han crecido y se han achicado al mismo tiempo.
El nuevo medio que enfatiza la interactividad como su característica esencial es la computadora, gracias a sus posibilidades de interconexión tanto a Internet -con lo que puede accederse a todas sus posibilidades- como a redes interconectadas al interior de una organización.
a) El término comunidades virtuales se ha utilizado por diversos autores, en sentido estricto no existe una forma de organización formal, ni un contacto interpersonal cara a cara ni, hasta la fecha, interés por la reproducción de un proyecto específicamente construido para tales fines a través de la red.
b) En consecuencia y dadas las múltiples posibilidades de organización de las comunidades virtuales, una construcción teórica al respecto debe tomar en cuenta las razones y/o los intereses que propician dicha organización.
c) De aquí se desprende la necesidad de estudiar las reglas en torno a las cuales se organiza la comunidad virtual.
d) Subsisten de manera creciente las comunidades sociales como formas de organización y de reproducción de tradiciones, valores y estilos de vida, cuyo crecimiento es tan ilimitado como lo es la sociedad misma.
e) Dada la expansión de comunidades virtuales en torno a intereses tan diferentes y a su éxito al parecer rotundo como modalidad comunicativa, no han faltado quienes -como se indicó en la Presentación- las caracterizan como una nueva modalidad de comunicación interpersonal, en la medida en que supone un intercambio de opiniones y puntos de vista con otros individuos.
f) Hasta el momento se han caracterizado los tres tipos de comunidad propios de la época que estamos viviendo. Es necesario explorar si las posibilidades de compromiso con la comunidad virtual están dadas en parte por la expectativa del encuentro interpersonal.
g) Finalmente, estudiar las modalidades de organización de las comunidades virtuales supone considerar que su funcionamiento es heterodoxo. Esta característica es inherente a Internet que, como señala Raúl Trejo (1996:54-55), no hay quien la controle, ni depende de un sólo gobierno, institución o eje único.

No hay comentarios:

Publicar un comentario